De la gasolina al primer camión de 220 V que recorre América con energía solar
El Sr. y la Sra. Furer son una pareja de aventureros que hacen que nos planteemos un cambio de actitud hacia los viajes al leer su historia, moviéndose a bordo de su furgoneta 100% autónoma «La Pepamobil». Los países que recorrieron han sido Estados Unidos, Canadá, Argentina, México, Perú, Bolivia, Chile, Ecuador y Paraguay.
Un viaje con condiciones extremas que requiere un equipo energético flexible
Originalmente esta pareja tenía un sistema eléctrico que combinaba paneles solares con un generador de gas y un tanque de gas de 120 litros (31,7gal) que no podía soportar la temperatura y el calor.
La pareja buscaba un nuevo sistema. Este nuevo sistema tiene que funcionar las 24 horas del día, sean cuales sean las condiciones del entorno. El camión viaja a lugares de de hasta 5.000 metros sobre el nivel del mar con temperaturas de -25°C hasta +40°C y con una humedad de hasta el 95%.
La combinación de paneles solares, cargadores de inversores y baterías es la opción más adecuada para un entorno exigente.
Con 220 voltios se crea una red más estable para los sistemas empotrados
Como la pareja es originaria de Suiza, el sistema híbrido móvil funciona de manera uutónoma a 220 V con un pequeño banco de baterías. Alimenta un frigorífico, un congelador, una placa de inducción, un horno, una bomba de agua, luces y otras cargas. Además, la adquisición de electrodomésticos es más fácil y mucho más barata cuando todos los aparatos son de 220V. La energía adicional proviene de una turbina eólica.
Este vehículo eléctrico funciona con nuestro inversor cargador suizo hpc, uno de nuestros primeros dispositivos, con un sistema de detección de carga ajustable (1-20W) que permite el menor consumo de energía y asegura una larga vida a la batería.
Energía solar, tranquilidad para su viaje en comparación con el gas
Con esta instalación, la pareja ya no tiene que preocuparse por reponer el gas o por tener la energía suficiente durante sus viajes. Casi todos los países tienen sus conexiones de gas y normas sobre cómo repostar las bombonas. Además, con el gas, la potencia fluctuaba entre 95-220 voltios, lo que dificultaba el funcionamiento de sus aparatos electrónicos.
Desde 2006, la instalación acompaña cada día al matrimonio Furer.